Los Ajagún

Los guerreros

La iniciación de los guerreros hace parte de una de las consagraciones más importantes dentro de la filosofía yoruba porque a través de ella el devoto entra en contacto con los atributos de los Orishas que aseguran el respaldo y progreso en los avatares de la vida. En esta consagración se reciben cuatro deidades conocidas como Ajagun; Elegua, Ogún, Oshosi y Ozun son los cazadores de la religión, ellos tienen la virtud de sustentar y proteger el camino del religioso para que en su mesa no falte nunca el alimento, se eviten los peligros y se armonice el destino del ser humano, de manera que pueda alcanzar las metas que contribuyan a su evolución tanto espiritual como material.

Elegua es el Orisha del destino, él tiene la tarea de colocar o quitar las trabas que en ocasiones nos pone la vida y por esta razón cuando se atiende siempre nos ilumina y lleva a encontrar el mejor camino, con su garabato que es la herramienta principal con la que se le identifica, despeja la maleza del camino, permitiendo que llegue el progreso, la fuerza y las mejores cosas. Elegua siempre camina delante de nosotros, tener su amistad de nuestro lado nos asegura evitar tropiezos en la vida y ver primero lo que otros no pueden ver, podemos decir que con este maravilloso Orisha siempre tendremos la ventaja.

Ogún es el Orisha que afirma las cosas sobre el mundo, en Eyiogbe (Odun de Ifa) fue Ogun una de las primeras deidades que pisó la tierra, tratando de abrir e camino para que pudiera germinar la vida en ella, con su Ada (Machete) corta la maleza y los obstáculos del camino, razón por la que camina atrás de Elegua y con su fuerza deja delimitado el camino para los hombres.

Oshosi es el espíritu del sendero, el cazador por excelencia. Con la inteligencia, astucia y agilidad que lo caracteriza es capaz de encontrar el sendero más corto para lograr los objetivos y además es quien provee la comida y los sacrificios para que la labor de Elegua y Ogún y los demás Orishas nunca falte y así puedan seguir brindándole al ser humano el apoyo incondicional que caracteriza a nuestros Orishas.

Ozun representa la estabilidad, es el guardián que nos avisa cuando el peligro o la muerte se aproxima, servidor fiel de los guerreros, quien los custodia a ellos y a Orunmila el gran profeta. Ozun se encarga de cuidar nuestra salud para que podamos disfrutar de la vida sin su ayuda no sería completa la labor de los hombres pues la salud constituye un baluarte para la frágil humanidad.

Cuando nos hacemos conscientes de la maravillosa ayuda que significa tener los guerreros en nuestras vidas, es cuando reconocemos en ellos los verdaderos amigos, la verdadera ayuda de Dios (Olofin). El sentimiento que debe transmitirnos el día a día al caminar de la mano de los Ajagun debe ser siempre de confianza, lealtad, fidelidad y la ayuda que nunca nos fallará.